La matanza de 13 militares en el VRAE es de conocimiento común para todos, sin embargo existen factores sobre los cuales aún no se toman las medidas necesarias para que así estos violentos e inhumanos hechos lleguen a su fin.
Este ataque terrorista ocurrió en Sanbamba, provincia de Huanta en Ayacucho. El capitán del ejército Fernando Suarez Pichilingue juntos con 12 soldados se dirigían vía terrestre a su base cuando fueron interrumpidos intempestivamente por terroristas, entre los que incluso se encontraban mujeres y niños, y tras ejecutar diversos disparos y asesinar a la mayoría de militares no les fue suficiente, así que al encontrar aún con signos de vida a algunos los torturaron hasta provocarles también la muerte. Luego de perpetrar este, fugaron llevándose consigo el armamento de la comisión.
Tras el ocurrido, el ministro de defensa Antero Flores Araoz expresó: “(…) en un conflicto pueden haber bajas, heridos, lo importante es ganar la final”. Paradójicamente, el estado, del cuál también formamos parte, va de mal en peor en temas militares y de defensa nacional; y esto no sólo porque no se toman las medidas pertinentes para contrarrestar el avance del terrorismo, sino del también caso omiso de algunos jefes de estado ante tal peligro que se nos avecina.
El VRAE es una zona de cultivo entre otros de coca, es por ello que se sitúan en estas tierras los narcotraficantes y a su vez los terroristas. El ministerio de defensa sabiendo esto, aún así mando a la comisión vía terrestre; cuando no existía apuro alguno. Otro punto en contra del ministerio es el reclutar menores de edad en las filas de las comisiones de provincia, uno de los cabos fallecidos tenía tan solo 17 años y aún así formaba parte del reclutamiento, es ilógico el pretender que un menor nos defienda cabalmente en una zona tan peligrosa como esta.
Por último, no podemos más que invocar que se tome conciencia de la gran cantidad de vidas que se van perdiendo a causa del terrorismo y a la mala decisión de algunos ministros a quienes lamentablemente no se les puede exigir planes de defensa cuando no tienen noción alguna de lo que es estar en zona de emergencia, a pesar de esto, ¿Qué esperamos? El terrorismo va tomando fuerza a medida que el gobierno toma malas decisiones para con los militares y policías. Debemos también ver el problema de los niños del terrorismo que inclusive ellos son los que desposeían a los cabos del armamento del estado, y los sobrevivientes a este ataque no podían reaccionar ante estos. No obstante, aún queda un punto pendiente: Los derechos humanos para con los terroristas y asesinos en general. ¿A esto llamamos justicia?, ¿A que un terrorista se ampare de derechos que sin pudor alguno quitó a inocentes? Reflexionemos.
Este ataque terrorista ocurrió en Sanbamba, provincia de Huanta en Ayacucho. El capitán del ejército Fernando Suarez Pichilingue juntos con 12 soldados se dirigían vía terrestre a su base cuando fueron interrumpidos intempestivamente por terroristas, entre los que incluso se encontraban mujeres y niños, y tras ejecutar diversos disparos y asesinar a la mayoría de militares no les fue suficiente, así que al encontrar aún con signos de vida a algunos los torturaron hasta provocarles también la muerte. Luego de perpetrar este, fugaron llevándose consigo el armamento de la comisión.
Tras el ocurrido, el ministro de defensa Antero Flores Araoz expresó: “(…) en un conflicto pueden haber bajas, heridos, lo importante es ganar la final”. Paradójicamente, el estado, del cuál también formamos parte, va de mal en peor en temas militares y de defensa nacional; y esto no sólo porque no se toman las medidas pertinentes para contrarrestar el avance del terrorismo, sino del también caso omiso de algunos jefes de estado ante tal peligro que se nos avecina.
El VRAE es una zona de cultivo entre otros de coca, es por ello que se sitúan en estas tierras los narcotraficantes y a su vez los terroristas. El ministerio de defensa sabiendo esto, aún así mando a la comisión vía terrestre; cuando no existía apuro alguno. Otro punto en contra del ministerio es el reclutar menores de edad en las filas de las comisiones de provincia, uno de los cabos fallecidos tenía tan solo 17 años y aún así formaba parte del reclutamiento, es ilógico el pretender que un menor nos defienda cabalmente en una zona tan peligrosa como esta.
Por último, no podemos más que invocar que se tome conciencia de la gran cantidad de vidas que se van perdiendo a causa del terrorismo y a la mala decisión de algunos ministros a quienes lamentablemente no se les puede exigir planes de defensa cuando no tienen noción alguna de lo que es estar en zona de emergencia, a pesar de esto, ¿Qué esperamos? El terrorismo va tomando fuerza a medida que el gobierno toma malas decisiones para con los militares y policías. Debemos también ver el problema de los niños del terrorismo que inclusive ellos son los que desposeían a los cabos del armamento del estado, y los sobrevivientes a este ataque no podían reaccionar ante estos. No obstante, aún queda un punto pendiente: Los derechos humanos para con los terroristas y asesinos en general. ¿A esto llamamos justicia?, ¿A que un terrorista se ampare de derechos que sin pudor alguno quitó a inocentes? Reflexionemos.
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